Ufología y temáticas extraterrestres en el 16º Congreso de Ciencia y Espíritu

Le damos especial atención a las temáticas ovni en el 16º Congreso de Ciencia y Espíritu en Barcelona, los días 16 y 17 de mayo en La Tricotilla. El domingo tarde contamos con:

Alfonso Trinidad

Luz Mary Lopez de CIO

Sixto Paz Wells

Alberto Canosa

David Parcerisa

Y ADEMÁS:

Lo puedes ver todo aqui:

www.cienciayespiritu.com

¡¡¡NO TE LO PIERDAS!!!

Sala LA TRICOTILLA
C/ Almogàvers, 116 Esquina C/ Pamplona)
08018 BARCELONA
Tel.: 93 362 37 00
Metro: Marina (Línea 1 roja) –.
Bogatell: (Línea 4 amarilla) –
Bus lineas: 6, 40, 42 y 141

2 comentarios en “Ufología y temáticas extraterrestres en el 16º Congreso de Ciencia y Espíritu”

  1. Comediantes

    Lo real y la cascara, mesclados en una confusión, hacían que la vida pareciera una ironía, y la humanidad una misma masa, como si de células se tratasen pues bailábamos al son que se dispersaba en el aire y tratarlo no era cosa sencilla, y menos con Pachico León (Viejo terco y dogmatico) Algo me olía mal por ahí y no era a aceite de carro. Yo no supe si creerlo al comienzo, pero así parecía, tenía sus coincidencias con lo del “yo con yo”. Recordé lo que Luz me decía: que a pesar de que Pachico León echara sus cuentos de amor y esperanza, todos escritos por comediantes del arte, eran solamente pura paja. Acaso su único cuento verdadero, y el más conmovedor, fue el que me contó acerca de mi abuelo. Pasaba rápidamente las paginas del libro, ansioso de encontrar acaso alguna imagen impactante, acostumbrado acaso a leer periódicos amarillistas, panfletos, volantes religiosos y comedias eróticas.

    –Lo conocí de muchachito, en la época cuando yo era muchachito, tenía el negocito de las pinturas en la esquina de la calle Blanco Fombona. Hombre honrado, buena gente, estratégico en política de negocios. De ves en cuando uno que otro trago, y cómo no no, era un gran mujeriego. Que Dios lo tenga en la gloria.

    – ¿De veras, abuelo era tremendo mujeriego?

    –Eso lo saben aquí todos los de aquella época, cuando aquella calle era un solo llano. Un peladero, todavía no habían levantado el primer rancho.

    Pachico es un señor optimista, de atención cordial, estratégico en política de negocios y de vez en cuando se le veía compartir un pan con algún necesitado. También supe que estimaba mucho a los animales, es de lo que serían incapaces de lanzarle una piedra hasta a uno de esos gorilas con aspecto desagradable encerrados en las jaulas del zoológico de calle el Dorado.

    Era un gran emprendedor, honrado, y buena gente. De vez en cuando mujeriego pero eso sí, cumplía siempre con las responsabilidades de la familia. Esas palabras me quedarían hasta hoy en la memoria. ¡Que Dios lo tenga en la gloria!- Dije espontáneamente, a pesar de ser un ateo. Paradójico- Y por otro lado: ¿Acaso todos venimos de “algo” que todavía ni me atrevía ponerle nombre por temor a que me convertiría en blanco de la crítica? Muchos locos hoy en día se tiran por la Verdad y la cuestión es que yo no tengo suficiente fe en Los de Renombre y tampoco en aquel Incognito… que por más especulaciones y adornos que le inventara sería una pérdida de tiempo-Razoné en silencio-

    A pesar de los problemas Pachico a podido sobrellevarlos y seguir adelante, más bien se reía de ellos. Aprovechaba su momento de buen humor y le promocioné un libro de mi amigo Cesar. No leyó ni un cuarto de una de sus prosas y como que reaccionó con cara de susto, volteando nervioso tras él, luego a los lados, quizás sería un extraño impulso que le dio la impresión de que lo estuvieran vigilando. (Yo me di cuenta de todo pero me hacia el loco) Sin lograr penetrar en las prosas del libro de Cesar me lo entregó nervioso en las manos, como quitándose un tigre de encima. Afinó la voz, recuperó templanza y me dijo rotundamente:

    –Esos comediantes del arte, como que no tenían nada que hacer. ¡Escriben solo paja! Prefiero leer cosas interesantes, como aquel suceso misterioso que vi en la sección de chismes, un hecho sucedido en calle Bolas Jaladas, cuando apareció el hombre con la lengua más larga del mundo, de verdad, tenía la más larga. El ya estaba acostumbrado a arrastrarla todas las mañanas mientras trotaba y tenía las encías verdes, y sus ojos…dicen…que todo lo miraban, pero le fue mal, porque cuando le dijeron que se uniera a trabajar a La Empresa y se enteraron que era un metiche y lo veía todo, ahí mismito lo botaron por desconfianza del Patrón, y a pesar de que todavía no aprendió a decir ni una palabra. Y cuando abría la boca dejaba al frente suyo una lagunilla de baba negra. Pero tan negra que… que Dios me libre y que empezaban a salir sapos.

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